Quizás por pereza y un poco de ignorancia, entregamos nuestra información personal e íntima a empresas de juegos y aplicaciones móviles. Detrás de estas aplicaciones que parecen inofensivas se encuentran grandes corporaciones tecnológicas, las mismas se presentan públicamente como defensoras de la libertad e independencia, con el objetivo de no ser reguladas. Pero en realidad, su único propósito es acumular dinero y poder para controlar el curso de los acontecimientos. Son una nueva industria atractiva, similar a la minería o el petróleo, pero del activo más valioso del presente: nuestro tiempo y es nuestra información personal la que sirve como combustible para la Inteligencia Artificial, con cientos de algoritmos que logran comprender así la forma en que funciona nuestra mente, haciéndonos adicto a servicios que con el tiempo se vuelven tóxicos.

En este informe de Red-Handed te enseñaremos distintas alternativas para que tengas una experiencia más privada y descentralizada.